Fuerzas de seguridad mexicanas detuvieron a Gildardo López Astudillo, alias 'el Gil', presunto miembro del cártel Guerreros Unidos que jugó un papel clave en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa hace casi un año en Iguala, confirmaron hoy fuentes oficiales.
López Astudillo fue detenido en la ciudad de Taxco, en el sureño estado de Guerrero, informó una fuente de la Secretaría de Gobernación. En declaraciones a los medios, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, consideró "muy importante" la detención de 'Gil', cuyas declaraciones -dijo- servirán para conocer "la verdad respecto a los hechos que ocurrieron hace ya prácticamente un año".
Según la versión oficial, el 26 de septiembre de 2014 un grupo de policías a sueldo de Guerreros Unidos dispararon en Iguala (Guerrero) contra decenas de estudiantes por órdenes del entonces alcalde, José Luis Abarca, supuestamente para evitar que sabotearan un acto oficial. Seis personas murieron, incluidos tres alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa, y 43 jóvenes fueron detenidos por los policías y entregados a miembros de Guerreros Unidos, quienes, presuntamente, los asesinaron y quemaron en el basurero de Cocula.
El líder de ese cártel, Sidronio Casarrubias, detenido en octubre pasado, declaró a las autoridades que 'el Gil' le informó aquella noche, a través de un mensaje de texto telefónico, de un enfrentamiento en Iguala pero lo atribuyó al grupo rival Los Rojos. Casarrubias ordenó hacer desaparecer a los jóvenes para defender su territorio, una instrucción que fue transmitida por el 'Gil' a Felipe Rodríguez Salgado, alias el 'Cepillo' y capturado en enero pasado.
Jhosivani Guerrero de la Cruz entró a la lista de los muertos de Ayotzinapa luego de que se confirmase la identidad de su cuerpo en el laboratorio genético de la Universidad de Innsbruck (Austria), según reportó el diario español El País. Ante la duda de veracidad de la versión oficial, familiares y activistas sociales solicitaron la identificación de los cadáveres quemados.
Sin embargo, los especialistas de Inssbruck consideran muy difícil conseguir más identificaciones dado que las temperaturas de 1.600 grados alcanzadas durante la quema de los cadáveres dañaron el ADN de la mayoría de las piezas óseas enviadas al laboratorio austríaco.