Es el arma utilizada por Omar Mateen, de 29 años e hijo de inmigrantes afganos, ya había sido utilizada en otros tiroteos masivos como el de San Bernardino, California, en el que murieron 14 personas.
Se trata de un AR-15, un fusil de asalto semiautomático, ligero, hecho de plástico y aluminio, y los disparos pueden tener un alcance de hasta 500 metros.
El mayor atentado desde el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, que provocó la muerte de decenas de personas en una discoteca gay en Orlando, volvió a despertar el debate sobre la legalidad de las armas en Estados Unidos, pero también sobre qué tipo de armas están a la venta.
Aunque parezca un arma exclusiva para la guerra, este tipo de rifle de asalto es fácilmente obtenible en Estados Unidos por apenas $us 500, basta con ser mayor de edad, carecer de antecedentes penales, tener un certificado (modificación introducida en 2013) que indique que el comprador no padece ninguna enfermedad mental ni ha sido acusado de violencia de género y disponer del dinero.
Según el Washington Post, en la mayoría de los estados no se requiere siquiera de un documento de identidad para acceder a un arma de fuego. El AR-15 y otros rifles similares habían sido clasificados como "prohibidos" para la venta en 1994, pero su ilegalidad expiró en 2004 y no fue renovada, publica El Observador.
De acuerdo con una base de datos de la revista Mother Jones, desde julio de 2015 se han reportado ocho tiroteos masivos, y en siete de ellos se utilizó un rifle de asalto. Por otro lado, del total de los 79 incidentes de este tipo ocurridos desde 1982, 63 fueron cometidos con armas obtenidas legalmente.
Si bien el arma no es fácil de usar, por su fuerte retroceso, existen varios tutoriales en Youtube que enseñan a manejarla. Según el medio británico The Telegraph, se estima que hay 3.7 millones de portadores de armas AR-15 en Estados Unidos. Esto representa una fracción dentro de las 300 millones de armas obtenidas por los norteamericanos.