Situado a 22 años luz de nosotros, orbita su estrella cada 28 dÃas a la distancia perfecta para que las temperaturas no sean extremas y pueda mantener agua lÃquida en su superficie. Según los astrónomos, el exoplaneta, bautizado como GJ 667Cc, es el «mejor candidato» conocido hasta el momento para convertirse en algo parecido a nuestra querida canica azul. La investigación aparecerá publicada en la revista Astrophysical Journal Letters y será accesible online en Arxiv.org.
La estrella anfitriona, una enana de clase M, es miembro de un sistema triple de estrellas y tiene una composición diferente a nuestro Sol, con una abundancia mucho menor de elementos más pesados que el helio, como el hierro, el carbono y el silicio. Como estos elementos son los bloques esenciales de los planetas rocosos, los cientÃficos no creÃan que esta estrella pudiera tener planetas en su orbita, pero ahà estaban. Y no solo uno. Este mundo prometedor puede dos o tres compañeros alrededor, incluido un gigante gaseoso y otra supertierra. Este descubrimiento indica, según los cientÃficos, que, posiblemente, los planetas habitables pueden encontrarse en una mayor variedad de ambientes de lo que se creÃa anteriormente.
Para dar con el planeta, los investigadores utilizaron datos públicos del Observatorio Europeo Austral (ESO) y del W.M. Keck, y emplearon una técnica que consiste en medir las pequeñas oscilaciones en el movimiento de la estrella causadas por el tirón gravitacional de un planeta. Previamente, los cientÃficos ya habÃan encontrado una supertierra (GJ 667Cb) cerca de la estrella, con un perÃodo de 7,2 dÃas, pero este descubrimiento nunca fue publicado. Orbitaba tan cerca que su temperatura era demasiado alta como para tener agua lÃquida.