Manifestantes molestos se enfrentaron la madrugada de este viernes con petardos y palos contra las fuerzas antimotines que amurallaron el Palacio Nacional, en Ciudad de México, al cierre de una jornada en que decenas de miles protestaron contra el presidente, Enrique Peña Nieto, por la desaparición de 43 estudiantes.
Gases lacrimógenos, chorros de agua y extintores de fuego, cientos de policías, protegidos con escudos y cascos, lograron desalojar a los manifestantes de la emblemática plaza del Zócalo, corazón de la capital, donde está la sede de Gobierno.
Armados con palos y bombas molotov, grupos radicales que protestaban, algunos encapuchados, intentaron traspasar las vallas metálicas que resguardaban el Palacio, pero la policía los contuvo, mientras que el fuego de los petardos no logró alcanzar la puerta. Los disturbios estallaron en la noche tras una larga jornada, en la que tres grandes marchas que confluyeron en el Zócalo y en la que participaron unas 30.000 personas según el gobierno de la capital.
Recorrieron las principales vías de la ciudad coreando "¡Fuera, Peña Nieto!", "¡Renuncia!" y "Justicia". Otros miles marcharon también en los estados de Guerrero, Puebla Chihuahua, Morelos, Oaxaca y Veracruz, Baja California al grito de: "Vivos se los llevaron, vivos los queremos".
Las manifestaciones fueron convocadas para protestar por la desaparición de 43 estudiantes de la escuela de maestros de Ayotzinapa, en el sureño estado de Guerrero, el 26 de septiembre en Iguala -misma región-, tras ser atacados por policías corruptos y narcos bajo órdenes del alcalde local vinculado al cártel Guerreros Unidos.